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La historia ha relegado a un segundo plano a Juana la Beltraneja(1462-1530), mientras que ha encumbrado a Isabel la Católica(1451-1504), que alcanzó el trono de Castilla en 1474. ¿Qué complicado juego de intrigas le arrebató el trono a Juana en favor de Isabel?
Juana debió nacer en torno a enero de 1462 y estaba destinada a suceder en el trono de Castilla a su padre, Enrique IV. Todo estaba a su favor: posteriormente no nació ningún varón a quien pudiera recaer el trono por su condición masculina. Sin embargo, el destino de la niña se ensombreció rápidamente. El 5 de junio de 1465 se celebró en Ávila la llamada «farsa de Ávila», en la que la imagen del rey fue arrojada al suelo, mientras los rebeldes aristocráticos clamaban: «A tierra, puto». Los nobles rebeldes designaron como rey a su medio hermano, Alfonso, hijo de Juan II (padre de Enrique IV) y de su segunda esposa, Isabel de Portugal. Así pues, Isabel hija fue reconocida como heredera.
En 1468, Alfonso murió prematuramente, envenenado o víctima de la peste, por lo que se constituyó el tratado de los Toros de Guisando, que a pesar de que establecía la paz, reconocía a Isabel como herdera del reino, en detrimento de Juana. Un año después, en una meditada estrategia política, Isabel se esposó con su primo Fernando, heredero del reino de Aragón, con el fin de reforzar su poder y prestigio. Enrique IV trató, en abril de 1469, de casar a su hermana Isabel con Alfonso V de Portugal, bajo convenio de que, si Isabel no aceptaba el matrimonio, entonces Alfonso habría de casarse con Juana. Pero el acuerdo no fructificó, y en 1475, las dos princesas, Juana e Isabel, se enfrentaron en una guerra, cada cual apoyada por su bando. En mayo de 1475 el rey de Portugal penetró en Castilla con un potente ejército, se desposó con Juana y se hizo llamar rey de Castilla. Pero Isabel y Fernando, los futuros Reyes Católicos, hicieron patente su superioridad militar y en la batalla de Toro (1 de marzo de 1476) derrotaron al rey de Portugal. Juana de Castilla hubo de renunciar a su título real y desapareció de la vida pública, hasta que murió, olvidada, el 28 de julio de 1530.
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