Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio
(1459-1519).
Archiduque de
Austria; nacido en Wiener Neustadt, en 1459, y muerto en Wels, el 12 de enero
de 1519; y emperador del Sacro Imperio 1519. Único hijo del emperador Federico III y de doña Leonor, hija del rey
Duarte de Portugal. Fue elegido rey de romanos, en 1486, en vida de su padre
Federico III, accedió al trono en un clima de oposición de los nobles y de las
ciudades. Maximiliano reforzó la oposición de los Habsburgo en el Imperio y en
Europa mediante el juego de herencia, obtenidas más por alianzas matrimoniales
que por conquistas. Se casó en 1477 con María de Borgoña, hija y heredera de Carlos el Temerario, lo que le permitió
intervenir en Flandes, provincia amenazada por Luis XI, con quien firmó,
después de la indecisa batalla de Guinegatte, en 1479; el tratado de Arras, en
1482, que reguló provisionalmente la sucesión de Borgoña: Francia obtendría
Picardía y la Borgoña ducal, y el resto quedaría para Maximiliano.
Contra su voluntad
tuvo que convenir la boda de su hija Margarita con el delfin de Francia. Como
dote recibió el condado de Artois, Borgoña y el Franco Condado. Lejos de
abandonar la lucha, y favorecido por la muerte de Luis XI, Maximiliano alistó
mercenarios alemanes entrenándolos al modo de los famosos suizos. Con su ayuda
sometió Brujas y Gante, que reconocieron su regencia. Esta última le devolvió a
su hijo Felipe, cuya tutela se había arrogado. Tal aumento de poder permitió a
Maximiliano a abandonar temporalmente los Países Bajos para socorrer a su padre
apremiado por las conquistas de Matías I Corvino, rey de Hungría, que además de
la mayor parte de Austria, Carintia y Estiria acababa de ocupar Viena.
El 16 de febrero de 1486 fue elegido rey de Romanos en Francfort y coronado en Aquisgrán el 9 de abril. De vuelta a los Países Bajos, se unió a Francisco II, duque de Bretaña, en su lucha contra la corona francesa. La presencia de mercenarios alemanes y suizos a sueldo de Maximiliano remataron esta impopular guerra, contraria a los intereses comerciales de las ciudades, sobre todo de Gante, Lovaina y Brujas. En febrero de 1488 los burgueses de Brujas le hicieron prisionero durante casi tres meses. Una vez en libertad, reanudó la lucha, esta vez con mayor fortuna, aunque su matrimonio con Ana, la heredera de Bretaña, realizado por procuración, quedó desbaratado por la jugada inaudita de Carlos VIII de Francia que la obligó a casarse con él, rechazando a su hija. En los años 1492 y 1493 se impuso definitivamente en los Países Bajos, y cuando su hijo Felipe, llegado a la mayoría de edad a los 15 años, inició su gobierno en 1494, el país estaba totalmente pacificado. Después de la batalla de Tournon, también el rey de Francia se vio obligado a acceder a la paz de Senlis (1493), devolviendo junto con la persona de la princesa Margarita el condado de Artois y el Franco Condado.
A principio de 1490 había muerto Matías I Corvino y, según el tratado de 1463, la corona de Hungría debería recaer formalmente en Maximiliano. Los grandes húngaros, sin embargo, eligieron a Ladislao, rey de los bohemios.
En 1493 falleció Federico III y Maximiliano inició su propia política en los asuntos del Imperio. En marzo del año siguiente se casó con Blanca María Sforza, hija del duque Galeazzo de Milán. Su llamamiento en favor de una cruzada de los príncipes de Occidente bajo su guía no encontró la deseada colaboración. Al año de su sucesión en Alemania, Carlos VIII de Francia comenzó la primera de la grandes guerras europeas con la invasión de Italia. Ante el inesperado éxito de las tropas francesas nació la Liga de Venecia pactada por España, Milán, Venecia, el Papa y Maximiliano para guardar sus intereses. Carlos VIII de Francia abandonó Italia, y la liga se deshizo, en 1498, tres años después de su formación.
En la Dieta de Worms (1495) Maximiliano intentó por primera vez envolver las fuerzas del Imperio en sus empresas. Los comienzos de una reforma del Imperio sufrieron continuos entorpecimientos en las Dietas sucesivas.
En agosto de 1499 revivió la lucha por Italia. Maximiliano volvió a reclamar la ayuda económica y militar del Imperio, en favor de la cual concedió el establecimiento del régimen del Imperio. La exigua e ineficaz ayuda, sin embargo, no le permitió inmiscuirse en Italia, y negoció con Francia. El tratado de Blois (1504) acordó el enlace de su nieto Carlos con Claudia, hija de Luis XII, y la investidura del ducado de Milán para el rey de Francia, pero no se cumplió el tratado por parte francesa.
La ruptura del tratado de Blois y la muerte de su hijo Felipe (1506) significaron un grave revés para Maximiliano. Como tutor de su nieto Carlos instituyó a su hija Margarita como regente de los Países Bajos.
En 1515 concertó el matrimonio del príncipe heredero de Hungría y Bohemia, Luis, y su nieta María, y el de su nieto Fernando y la princesa Ana, hermana de Luis. Para ganarse el apoyo del rey de Polonia no tardó en sacrificar los intereses del Imperio representados por la Orden Teutónica después de haberla defendido contra las pretensiones de aquél. En los últimos años de su vida, Maximiliano se dedicó a asegurar la elección de su nieto Carlos, rey de Romanos.
De 1495 a 1512, en sucesivas dietas, sus proyectos institucionales chocaron con los príncipes y desembocaron en una serie de compromisos equívocos: creación de una cámara imperial, tribunal supremo del Imperio que tenía sus sesiones junto con la dieta y era elegida por el emperador; de un consejo áulico, cuyas atribuciones invadían el terreno del anterior; de una cámara áulica, organismo financiero, y de una cancillería. Alemania se dividió en diez círculos, se impuso un reclutamiento militar imperial y la dieta podía ordenar un impuesto general. De hecho, Maximiliano no consiguió en absoluto la creación de un gobierno realmente central y los príncipes y las ciudades quedaron dueños de admitir o rechazar el pago del impuesto y la prestación de ayuda militar; en cambio, consiguió fundar la grandeza de la casa de Austria mediante su política matrimonial, su obra organizadora y el apoyo financiero que le dispensó Jakob Fugger, el banquero de los Habsburgo, apoyó que se mantuvo en la elección imperial de Carlos V, en 1519.
El 16 de febrero de 1486 fue elegido rey de Romanos en Francfort y coronado en Aquisgrán el 9 de abril. De vuelta a los Países Bajos, se unió a Francisco II, duque de Bretaña, en su lucha contra la corona francesa. La presencia de mercenarios alemanes y suizos a sueldo de Maximiliano remataron esta impopular guerra, contraria a los intereses comerciales de las ciudades, sobre todo de Gante, Lovaina y Brujas. En febrero de 1488 los burgueses de Brujas le hicieron prisionero durante casi tres meses. Una vez en libertad, reanudó la lucha, esta vez con mayor fortuna, aunque su matrimonio con Ana, la heredera de Bretaña, realizado por procuración, quedó desbaratado por la jugada inaudita de Carlos VIII de Francia que la obligó a casarse con él, rechazando a su hija. En los años 1492 y 1493 se impuso definitivamente en los Países Bajos, y cuando su hijo Felipe, llegado a la mayoría de edad a los 15 años, inició su gobierno en 1494, el país estaba totalmente pacificado. Después de la batalla de Tournon, también el rey de Francia se vio obligado a acceder a la paz de Senlis (1493), devolviendo junto con la persona de la princesa Margarita el condado de Artois y el Franco Condado.
A principio de 1490 había muerto Matías I Corvino y, según el tratado de 1463, la corona de Hungría debería recaer formalmente en Maximiliano. Los grandes húngaros, sin embargo, eligieron a Ladislao, rey de los bohemios.
En 1493 falleció Federico III y Maximiliano inició su propia política en los asuntos del Imperio. En marzo del año siguiente se casó con Blanca María Sforza, hija del duque Galeazzo de Milán. Su llamamiento en favor de una cruzada de los príncipes de Occidente bajo su guía no encontró la deseada colaboración. Al año de su sucesión en Alemania, Carlos VIII de Francia comenzó la primera de la grandes guerras europeas con la invasión de Italia. Ante el inesperado éxito de las tropas francesas nació la Liga de Venecia pactada por España, Milán, Venecia, el Papa y Maximiliano para guardar sus intereses. Carlos VIII de Francia abandonó Italia, y la liga se deshizo, en 1498, tres años después de su formación.
En la Dieta de Worms (1495) Maximiliano intentó por primera vez envolver las fuerzas del Imperio en sus empresas. Los comienzos de una reforma del Imperio sufrieron continuos entorpecimientos en las Dietas sucesivas.
En agosto de 1499 revivió la lucha por Italia. Maximiliano volvió a reclamar la ayuda económica y militar del Imperio, en favor de la cual concedió el establecimiento del régimen del Imperio. La exigua e ineficaz ayuda, sin embargo, no le permitió inmiscuirse en Italia, y negoció con Francia. El tratado de Blois (1504) acordó el enlace de su nieto Carlos con Claudia, hija de Luis XII, y la investidura del ducado de Milán para el rey de Francia, pero no se cumplió el tratado por parte francesa.
La ruptura del tratado de Blois y la muerte de su hijo Felipe (1506) significaron un grave revés para Maximiliano. Como tutor de su nieto Carlos instituyó a su hija Margarita como regente de los Países Bajos.
En 1515 concertó el matrimonio del príncipe heredero de Hungría y Bohemia, Luis, y su nieta María, y el de su nieto Fernando y la princesa Ana, hermana de Luis. Para ganarse el apoyo del rey de Polonia no tardó en sacrificar los intereses del Imperio representados por la Orden Teutónica después de haberla defendido contra las pretensiones de aquél. En los últimos años de su vida, Maximiliano se dedicó a asegurar la elección de su nieto Carlos, rey de Romanos.
De 1495 a 1512, en sucesivas dietas, sus proyectos institucionales chocaron con los príncipes y desembocaron en una serie de compromisos equívocos: creación de una cámara imperial, tribunal supremo del Imperio que tenía sus sesiones junto con la dieta y era elegida por el emperador; de un consejo áulico, cuyas atribuciones invadían el terreno del anterior; de una cámara áulica, organismo financiero, y de una cancillería. Alemania se dividió en diez círculos, se impuso un reclutamiento militar imperial y la dieta podía ordenar un impuesto general. De hecho, Maximiliano no consiguió en absoluto la creación de un gobierno realmente central y los príncipes y las ciudades quedaron dueños de admitir o rechazar el pago del impuesto y la prestación de ayuda militar; en cambio, consiguió fundar la grandeza de la casa de Austria mediante su política matrimonial, su obra organizadora y el apoyo financiero que le dispensó Jakob Fugger, el banquero de los Habsburgo, apoyó que se mantuvo en la elección imperial de Carlos V, en 1519.
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